jueves, 6 de marzo de 2014

Abrir los ojos no es fácil

Hola. ¿Sabés qué? Sos un pelotudo. Sí. Así nomás, sos un pelotudo.

Por sólo leer esto y pensar que no lo sos, sos aún más pelotudo. Todo argentino nace en un nivel básico donde cree en las reglas y el orden, con suerte. Luego sale a la calle y, ante la cruda realidad, se arma una coraza donde todo fuera de sí es pelotudo. Como de repente no existe Dios y el Gobierno no cumplió con lo que prometió, ni tampoco existe el Comunismo, ni Papá Noel ni el Topo Gigio, el mundo es una mierda. Como te convencieron de algunas pocas verdades a falta de experiencia propia, compraste el berretín de que la vida no tiene sentido. Son todos putos.

La gente es pelotuda. El que tiene gustos diferentes a los míos es un pelotudo. El que es de otro barrio, de otro cuadro de fútbol, de otro partido político o de color de medias distinto es un pelotudo. Sumado a que sos un homofóbico y psicópata, el otro es un pelotudo, un puto y le vas a romper todo, va a correr de vos porque sos lo más y él es un cagón y no tiene aguante.

 Y agitás el trapo, y le gritás, y repetís: "Puto, cagón, culo roto, careta, tragaleche, la tenés adentro". Por eso sos un pelotudo. Pelotudo. Pelotudo, Pelotudo. Puto. Pelotudo. Forro. Cagón. Culo roto. Puto. Pelotudo. Puto. Muy puto. Puto. Puto...

Porque tu camino es rectilíneo. Soplaste veintiún velitas y ya sos un hombre completo. Para esta altura, quizás ya tenés un empleo, un auto y hasta buena parte de una carrera en tu haber. Ya votaste un par de veces y te creés que las sabés todas. Papá te dijo que los manifestantes y los docentes no quieren laburar, que las minas son todas putas, "que el mundo fue y será una porquería". Que al mundo venimos a sufrir. Mas también te la pintan de que hay que darse en vida todos los placeres terrenales. Sabés que para lograrlo y ser feliz todos tienen que laburar, tener una novia, juntarse, reproducirse, ver el partido, mirar películas yankis, salir de joda hasta arruinarse y morir de viejo puteando por una puta jubilación, porque a esa edad ya no servís para una mierda. Porque tu cuerpo joven se habrá desvanecido, signo de que vos también vas a perderte en el vacío para siempre, pero hoy ya sabés la fórmula para ser feliz.

Y no nos olvidemos de todas las pelotudeces que vienen de regalo: "El tiempo corre". "Todo tiempo pasado fue mejor". "Sálvese quien pueda". "Estoy más allá del bien y del mal" (dicho por gente que no leyó una página de Nietzche, aclaro). "Todos tenemos un destino", "Todo ocurre por alguna razón", "Qué sé yo"...

Tenés todo re claro, pero, ¿Eso no me hace groso? Te preguntarás...No, sos un pelotudo dando vuelta en círculos. Puedo decir que yo soy un pelotudo por decirte pelotudo entonces. Mas yo ya no veo el mundo de forma bipolar entre los que son pelotudos y no, entre los demás y yo. No me mido con la regla de la pelotudez. Cada cual tiene su historia, su mambo, su lucha, sus sueños. Salir a decir quién es pelotudo según tu opinión, es ser un pelotudo, un puto culo roto sin vida propia, la peor basura. La opinión de los demás está para que se la metan en el culo. Nadie pide tu opinión, nadie le interesa saber qué te parece, pero vos por las dudas, decís que son todos pelotudos. Sos un argentino de mierda.

Sos un pelotudo hasta que empieces a ver con los ojos del corazón qué mierda es lo que VOS querés. Será que, en el fondo, VOS sos el Gran Pelotudo Nacional, y para no sentirte un sorete, tenés que salir a señalar a los demás. Sos Hitler con guitarra eléctrica subido a un colectivo arrasando con todos los putos que aparecen. Putos y pelotudos que tu imaginación crea, que tu acotada visión reproduce. Porque, en realidad, y para desgracia tuya, el que la tiene adentro sos vos. Puto.

Esto que estás leyendo no te lo digo a vos, que ni sé quién sos. Esto me lo dije yo mismo hace unos días. Ya no quiero vivir más con la presión de satisfacer a nadie, ni con el ardor de juzgar a los demás. Hago la mía.

Abrir los ojos no es fácil.

jueves, 24 de octubre de 2013

El sueño que nos propusieron

Sí, yo también me tiento de desprotricar sin pensar al encontrarme acosado de propaganda política, pero en el fondo siempre busco la verdad, sin precipitarme. Es hora de una reflexión previa a las elecciones, un poco tarde, casi al borde de violar la veda.

Al margen de ello: Siempre pensé que eso no es más que una patraña burguesa para que no se debata lo que hay que debatir tan cerca del sufragio, no vaya a ser que se nos caiga el electorado después de una tan onerosa campaña política que nos asegure otros cuatro (o seis) años de dominación. Si tiene que haber veda, que sea de una semana, que nos dejen salir a tomar y discutir (sobre todo lo primero), y que nos den tiempo de asentar en la cabeza la decisión sin panfletos ni discursos emotivos. De todas formas, siempre puse en duda el verdadero poder de la propaganda y de la publicidad, al menos después de cierta edad y de cierto desarrollo intelectual.

De todas las publicidades y de todos los lemas de entre todos los partidos, vi que se recicló esta frase, que titulaba el discurso del ex presidente al asumir: "Vengo a proponerles un sueño". Si lo elegí fue porque sirvió de disparador para la reflexión, como queriendo desenmarañar su dialéctica. Esto no es otro ataque deliberado y ciego al gobierno K, posible producto de la abstinencia sexual…Considero que hay mucho que revisar en esta década de historia, y no me voy a gastar en analizar, por ejemplo, las profecías apocalípticas de Carrió, por nombrar a una entre los perejiles de derecha, uno más impresentable que el otro. Considérelo el lector oficialista como una muestra del vestigio de respeto que me queda por el Kirchnerismo.

Pasados los veinte años, con un poco de cultura y otro poco de calle, y siempre que las horas cátedra de historia no se hayan ido mirando el techo, uno ya tiene un bagaje suficiente para entender los hilos que mueven el poder. No vengo a hablarles de los Illuminatti ni de los alienígenas ancestrales. Hay que señalar cosas más concretas y más al alcance de todos. En el colegio nos enseñan que el pueblo es el soberano. Hay mucho de verdad y mucho de mentira, todo depende de cómo uno haga el ejercicio de soberano, lo cual va más allá de un voto, de la militancia o de los memes que uno postea en redes sociales.

La mentira es que se puede depositar toda la confianza y seguridad de que se cumplan los proyectos a través de la colectividad y la representación política. Pasan los gobiernos y siguen la desigualdad y la violencia. De repente estamos todos a la defensiva y adoptamos una visión “cambalachezca” de la realidad, pero vale aclarar que no es Clarín quien me hizo llegar a esta conclusión. Los lectores del multimedios no son más que una contracara de la misma moneda del poder, y se piensan que con golpear una cacerola se van todos nuestros problemas. Con el solo cuestionamiento del poder, tanto el militante Pro como el militante K que lee esto ya tiene ganas de venir con los muchachos a ajusticiarme. Esto es porque no soporta ver que todas sus energías no hacen más que alimentar a ese monstruo, en lugar de combatirlo. Ignoran que la política está hecha para que todo el poder del pueblo se vuelva una forma de sujetarlo, y que el Estado, lejos de velar por nuestra seguridad y felicidad, está para sujetarnos, para vigilar y castigar.

Ahora, ¿Cuándo esto que es sabido desde hace siglos ya fue olvidado? ¿Acaso nunca nos lo dijeron? ¿Me van a decir que nunca lo sospecharon? Si tuviera que señalar algo o alguien, sería al Kirchnerismo. Aquí es donde empezó este sueño. De una nueva década infame que vació al país, tanto material como espiritualmente, salimos convencidos de que “son todos ladrones”. ¿Qué pasó? Pues simple, estimados. Un señor que venía tironeando desde los años ochenta en los pasillos del poder, presuntamente vinculado al tráfico de cocaína, logró acumular poder por medio de influencias y ser la mano invisible que tira de los hilos. Esa persona y sus secuaces lograron desde la cúpula vendernos al villano y luego al héroe. Se erigió un sistema de corrupción y de violencia, se dividió y posteriormente vendió la patria para su beneficio, y obligaron al mismo pueblo a salir a la calle para acabar con un gobierno porque la situación no daba para más. Años después, tras intentos y fracasos, encontramos a nuestro hombre: Néstor. Alguien simpático y con un pasado luchador que venía a “proponernos un sueño”: el de recuperar la dignidad.

Los más fanáticos acá me están volviendo a querer, y los opositores más obtusos ya me están puteando en su cabeza. La transformación que lograron los primeros años del Kirchnerismo han logrado captar las mentes y los corazones de los más radicales, incluso de quien les escribe. Hoy bromeo con mis allegados diciendo que “soy un K rehabilitado”. Hoy se nos llama “K arrepentidos”, o “desencantados del Kircherismo”, y la prensa oficialista nos mete en la misma bolsa de gatos del gorilaje, como desde hace medio siglo atrás. Yo tuve la mente fuerte para oponerme a lo que se repetía como loro y la preparación académica para ver en las medidas del Kirchnerismo no sólo la voluntad sino la facultad de recuperar lo perdido, mas hoy no se pueden conciliar las contradicciones.

Costó la vida y la desaparición de más de uno para entender que el poder es siempre el mismo. Se fueron Mariano Ferreyra, no vimos más a Julio López, los pueblos originarios pierden derechos, y las mismas familias siguen en el poder. Todas las manifestaciones en el interior que no te cuenta nadie, ni Clarín ni 678. El capitalismo es así, y apesta, ya lo sabemos. Mientras las reglas del juego sean esas, no hay sueño que valga.

¿Y el sueño qué tenía que ver con todo esto? Pues en que hay que despegarse de los sentimientos a la hora de votar. Los jóvenes son un arma de doble filo en esto. Las pasiones no sirven para llevar a un país por un buen rumbo, pues las transformaciones se logran con medidas calculadas, puestas a prueba y tomadas con frialdad. No puede elegirse a alguien producto de un arrebato futbolero, ¿Pues cómo entonces? El juego es así, por eso cada vez la gente vota menos, o se vira más a la izquierda, donde se tiene la base teórica (a saber, la teoría Marxista) ante todo para “combatir al capital”, antes que los bombos, los pibes, las frases de Los Redondos, los abuelitos peronistas, y todo ese material meloso  que nos endulza los oídos.

¿Y cuál es el contra argumento hacia la izquierda? "Es una utopía", o "Nunca los vota nadie", o "Están todos divididos". Finalmente, "Los zurdos quieren matar a todos" y "Son los mismos viejos chotos de siempre". Si es una utopía es porque el poder cuenta con que nunca se realiza. Si no los votan es porque las masas no suelen leer el Manifiesto, pues muchas cosas se caerían de maduro con leer un poco. Si está dividida es porque muchos partidos se han desviado de los ideales del Socialismo. En la izquierda, nadie quiere salir a destruír en sentido literal. Y respecto a la última, pues, la descalificación es lo que queda cuando se ha argumentado apropiadamente. 

¿Querés un país justo? Empezá por vos. Las cadenas están sujetas por el mismo pueblo. No es un simple lazo entre el votante y el candidato. Está el gobierno nacional, que con sus fuerzas de seguridad te controla, y en vez de cuidarte, tiene toda una red criminal para dejarte taradito, para fisurarte y posteriormente usarte, y si no logra fisurarte, incluso, si pensás y hablás demasiado, tiene lista una patota para hacerte callar (No, no digo la ganzada que “vivimos en una dictadura”, lo que digo es que ningún sistema capitalista es ajeno a las mafias para funcionar). Pasadas esas barreras, están los funcionarios públicos, que cobran generosos sueldos y otros “estímulos” para que todo salga como la cúpula desea. Éstos responden a las corporaciones, para que el futuro de todos los inversionistas y peces gordos de la burguesía marchen sobre ruedas, y dejar contentos así a quienes ostentan el orden mundial, y otros que prometí que no mencionaría… ¿En serio pensaste que el Kirchenismo iba a ser ajeno a todo esto? 

Más allá del desencanto por el aparato de poder, ahora es mi turno de hablarte de un sueño. Como te dije, esto del poder del pueblo tiene algo de verdad. Está en cada uno ser el motor de cambio, empezando por uno. Si no te pueden fisurar, si no te pueden corromper, si no te pueden hacer odiar a tu familia y amigos por ser K o anti-K, si no te pueden hacer trabajar hasta la insanidad, si no te pueden robar el corazón, ya no sos aparato del poder. Los mafiosos, los agentes del orden, los funcionarios, son todas personas, almas sensibles, y pueden dejar de ser “un ladrillo más en la pared”. ¿Quién te va a amedrentar cuando tome conciencia de que está con vos encadenado a la misma suerte?

No, no te digo que vayas a tomar el poder por las armas (no por un medio tan indiscreto, ¡che!). Lo que propongo es que dejemos los sueños y lo metafísico fuera de la política, y que recuperemos el valor de la vida de cada uno. La política, como tantos otros relatos, como puede un puesto en una empresa, o la religión (en especial las de occidente), o incluso un cuadro de fútbol o pertenecer al Ejército de Kiss, ponele, son maneras de hacerte sentir contenido y feliz dentro del marco de la masividad. Te pensás que hacés historia perteneciendo y que, de otra manera, hubieses pasado desapercibido, esa ilusión monstruosa te hace pensar que no existís.


Hoy rompemos otra ilusión y nos acercamos más a nosotros mismos, pensando que somos el motor de nuestros propios sueños, y no un partido político. Encontrarás una gigantezca satisfacción al reconocerte únic@ y con el poder en tus manos. Una banda amiga canta orgullosa una frase: “La tierra está en mis manos y la voy a hacer girar” (busquen “Psicodelia del espacio sideral” en el Caralibro, siempre es buen momento para un chivo). No te digo "dejá de soñar, puto", te digo "salí a perseguir tus propios sueños, forro". Con la mente y el corazón en nuestros sueños, cada quien arma su camino. Si lograste entender que lo que busco es enriquecerte espiritualmente y no ser un bolas tristes opositor con ganas de lavarte el bocho a favor de su partidito, me alegro por vos y, ¡Felices elecciones!

domingo, 11 de agosto de 2013

Las personas

Hablar. Hablar de política…¿Por qué no dejar de tanto hablar?

Otra alternativa es que hablemos, hablemos de las personas, como personas que somos. Pensar qué les pasa a las personas. Es mucho mejor, es mucho más que sólo de política. Otras veces, es mejor callar, también.

Ayer en el trabajo (en mi empleo, perdón) me pareció escuchar una frase muy copada. No me importa si me quedó o si lo que me sale ahora es la exacta reproducción de lo que dijo mi compañero, pero lo que me pareció escuchar fue mucho más interesante. No soy un tipo que necesite sacar conversación por sacarla, salvo cuando el arte de la seducción me lo demanda. Me gusta el silencio, mis pensamientos y mis momentos de no pensar, también. Por más embolante que es mi laburo, me abstengo de hablar por hablar. Si alguien me quiere conocer (o al menos llevarme a la cama) debe saber que hablándome del clima no va a llegar lejos, ni siquiera cerca. Algo que tampoco soporto: bardearse los unos a los otros para simular una interacción. Ya tengo para hacer otra nota más…Pasó mucho tiempo, y pasó mucha agua bajo el puente, pero mis tareas de prestar oídos a reclamos pequeño burgueses continúan.

“¡Reynaldo, hablaste! ¡No lo puedo creer! Conocemos la voz de Reynaldo porque no habla nunca, pero cuando habla, es única” – Gracias, un elogio rotundo a mi personalidad. Nada me hizo sentir “tan yo mismo” como ese chiste. Por eso volví, por eso vuelve el blog.

Ultimamente no tuve nada que decir, por eso no inventé nada. Estuve guardado en mí mismo largo rato. La sociedad de la que no pedí ser parte me llamó, y ya que tuve que salir, aproveché para respirar. Así es, las elecciones me movieron ideas. No dije una sola palabra, porque yo solo trazo mis caminos y saco mis conclusiones para mí, no doy discursos para que me aplaudan.

Una chica que aprecio mucho puso el grito en el cielo, mejor dicho, en su muro de facebook: “La época de elecciones es lo más hipócrita”. Totalmente cierto, y agregaría que es la época mágica en la cual gran parte de las personas que conocemos mágicamente se transforman en profesores de historia, de economía, de sociología y de muchas otras cosas sesudas. Esta nota no es apta para quien siga encandilado con la diosa razón, los ideales de la modernidad y el gran relato de la democracia (ni las notas subsiguientes, es una promesa). No es un descargo de rebelde sin causa que, más que cavilar y comprometerse, dice que no se mete en política, y en realidad, oculta la cabeza como avestruz, no afronta la realidad. Hay mucha gente sin escrúpulos dando vuelta, y no vamos a impedirles votar, en esta época que es el cénit de la democracia, la mejor de las eras por lograr un sistema de gobierno mejor que la dictadura.

Cada dos años veo el espectáculo político. Sí, estamos en la época de la “Política espectáculo”, concepto que le debo a un querido profesor de Sociología del CBC, Gustavo Andino. Hoy hablar de política es hablar de las vestimentas, los bienes suntuarios y las declaraciones estrafalarias de los candidatos más que del rumbo que debe tomar el país. Aún quien habla de las propuestas y la trayectoria política, sigue preso de un personaje. Pocos dicen lo que piensan, reproducen lo que vieron y escucharon en la caja idiota. No se habla ni menos se vota con argumentos, para eso, estaba la democracia griega, los debates y las decisiones en manos del pueblo mismo. Toda la responsabilidad de elegir libremente, acompañada del compromiso de pensar, es legada a tipos trajeados que dicen que nos representan, y lo que recibimos para pensar qué meter en la urna, es un collage con trozos de información ingeniosamente manipulados para que cada quién se haga determinadas ideas en la cabeza. Nos siguen atando a un asiento para proyectarnos sombras. Los vemos en la tevé, los escuchamos a cada rato en estas semanas. En las discusiones entre amigos, compañeros y familiares, reavivadas por esa vuelta a la confianza del político del post menemismo, atizadas por la bipolaridad, se discute quién elige cada uno y por qué le parece que es el mejor. Morirían y venderían hasta a su madre por defender sus banderas.

Yo prefiero hablar de materia económica, más que dedicarme a ver quién garpó la deuda o quién lava dinero. Me gusta hablar de sociedad, más que de quién promete poner cámaras de seguridad o regalar computadoras. Me gusta pensar en lo que pensamos que pensamos, en lo que no sabemos que pensamos, me gusta pensarme y pensarnos, pensar en lo que nadie piensa, porque están ocupados jugando una especie de competencia a ver quién descalifica más al otro, y bastapara justificar un pifie del propio candidato, destacar una cagada del candidato del otro. Que el suyo sea el malo y el nuestro el bueno. “Clarín también lavó dinero”; “También se talaron árboles para hacer ‘Negrópolis’ (en palabras de un Anti-K)”…Y yo pregunto, ¿Cuántos libros leyeron o cuántas carreras tuvieron que hacer eso? Basta con estar enchufado a las máquinas que nos cuentan la realidad. Basta con defender a los gigantes de barro que luchan las peleas de la vida, a quienes les legamos nuestro futuro, en tanto soberanos, y todo descansa sobre ellos. Ellos nos arreglarán la vida y seremos felices. Siguen mamando de la teta de modernidad, y se siguen dando con el berretín de la democracia.

Tontos.

Escuché hace poco: “El que calla, no siempre otorga. Simplemente, no quiere discutir con idiotas”.

Yo por esto no asisto al foro diario y empiezo a dar cátedra. Me siento enriquecido de poder oírlos a ell@s dar clases, porque a mí me construye más oírlos que pararme a corregirlos. Por más que ya conozca sus parlamentos de loro, me dicen más de lo que dicen sus palabras, aprendo mucho escuchando al Soberano. Tengo la receta con la proporción indicada de calle y de biblioteca necesarias para logar la mejor experiencia. Y es así como yo armo mi ideología. No tengo que salir a exportarla, porque estoy en este mundo para construirme a mí para luego volcar mi mismidad en el mundo. No estoy para defender ningún proyecto, ni para hacerle la contra. Si me tuviera que definir, yo soy pura y enteramente Reynaldista, auténtico, de base, de la primera hora, a veces hasta disidente. La representatividad es una ilusión.

Aprovecho para abrir esta etapa del blog con una temática a la que estaría bueno dedicarme: las ilusiones. Las ilusiones de nuestra existencia, las que nos hacer sufrir y las que nos impiden crecer.

Todo este planteo para qué…Para hablar de que sé callarme, y sólo hablo cuando tengo ganas. Con el pasar de los años, y desde aquella vez que me lo sacaron en cara, trato de ser cada vez menos bruto a la hora de decir verdades. Creo que es el único arte donde no se practica para perfeccionarse. Al contrario, una palabra callada, es ganar en sabiduría. El ejercicio de revolear el dedito y dar clases es hundirse más en la propia creencia estúpida y sesgada. Redondeando, para aprender a decir verdades, hay que hablar lo menos posible. Mejor, escuchar y escucharse dentro de un@ mism@.

Más allá de quién gane hoy, esto es preliminar. También es preliminar en tanto radiografía social y humana. Eso es lo que me interesa, y por eso preferí callar todos estos días. Tuve la oportunidad de escuchar y observar de todo. De todo ello, sólo quiero compartir un planteo. Miren a su alrededor a quién se jacta de ser de qué color, y analicen:

Cuánta de esa gente consideran: Sabia; justa; astuta; creativa; honrada; de buen corazón. Cuánta de esa gente lee, estudió o piensa. Cuánta de esa gente saben que va a estar en las buenas y en las malas. Cuánta de esa gente les cambió la vida favorablemente. Cuánta de esa gente los ama…con todas las letras, y quién de toda esa gente es feliz y libre de verdad.

Relacionen con cada ideología. Nada es casual. Van a ver que la gente y sus virtudes (o sus faltas de virtud) se alinean perfectamente con cada partido y con cada ideología. Eso que escapa a todo análisis, eso que el puto positivismo quiere sacar de foco, es justo lo más importante: la persona. No se puede hacer que la gente de mierda no vote, ni podemos impedir que sigan viviendo en este mundo (que palabras suaves...). Aún si lo hiciésemos, tampoco puedo estar seguro si esta especie de vuelta a la aristocracia griega es garantía de un mundo mejor. No hay razón de jactarme de ningún camino rectilíneo y uniforme, para no caer en el jueguito de quienes critiqué recién.

La intención del planteo no es cambiar los gobernantes, de cambiar qué personas. Lo mejor que podemos hacer es mejorar nosotros como personas. Cuando mejoremos humanamente, mejoraremos como humanidad. En los carteles son todos rutilantes, impolutos, una alegoría de lo que pensamos que es lo mejor para cada uno, de todo lo que somos, porque cada quien se jacta de ser el bueno de la película,…¿Lo son?

No vas a mejorar al mundo y, más importante, no vas a ser feliz hasta que atravieses cada interrogante y cada transformación. El primer paso es dinamitar el ego y la idea de que nada del orden puede cambiar. Un día dejaste de discriminar a alguien por el color de la piel, su credo, orientación sexual, o cualquier cosa; después, empezaste a darte cuenta que no todo en la vida pasa por la plata, luego, se te borró ese mapita de clases sociales que te impusieron; otro día se te ocurrió que la mujer no es inferior, y podés amarla y cuidarla, incluso sin compromisos ni ataduras; te empezó a importar amar al prójimo más que cumplir las escrituras; después de mucho tiempo, dejaste de gastar por gastar, de ir a donde todos van, de drogarte; agarraste los brolis, empezaste a tocar un instrumento, o cualquier cosa que vos quisiste hacer de motu propio; quizás un día quisiste tener una mascota y cuidarla, o dejaste la comida rápida y te cuidaste a vos; la lista puede seguir eternamente, porque el ser humano es infinitamente perfectible. 

Todas estas cosas, experiencias, que son pelotudeces para los que se piensan que escriben la historia, te hicieron una mejor persona, y no termina ahí. Sin que te hayas dado cuenta, hoy te importan otras cosas, y tenés otras ideas sobre lo que querés para tu país. Nada de lo que amás y te parece realmente importante es plataforma de ningún partido. De repente, estás tan conectado con vos y con el mundo que no necesitás de la política. No los necesitás, y perdieron todo su poder.


Revolución. 

martes, 5 de febrero de 2013

¡Rescatate, inteligente!


Vuelto del laburo o recién levantado, siempre veo el muro del caralibro empapelado con gritos y llantos de indignación de la gente blanca y civilizada: "No a la cumbia"; "Hay que matar a todos los negros"; "Negro por dentro"; etc. No, amig@s, no convido de ese ritmo tropical, aunque he madurado, y mucho menos convido con los actos de discriminación masiva que se hace. En mi época secundaria, cuando apenas sabía mi nombre y era un vestigio de personalidad, agredía a todo aquel que no compartiera mi gusto musical, con el solo fin de definir mi ego. Me imagino que eso, pasados los 17 (con generosidad, veintipico) años es algo que queda atrás, y uno tiene la madurez de compartir una sociedad con gente de diversos gustos. Una persona emocional, intelectual y culturalmente inteligente sabe disfrutar desde Bach hasta Los Ratones Paranoicos, siempre que le guste, y de no ser así, de abstenerse de agredir a quienes lo hacen.

Está de más decirlo pero les recuerdo que, sin importar si es por la música o por su condición social, quien sale a gritar y señalar "negro esto", "negro lo otro", es un racista de mierda sin darle más vueltas...Sigamos...

Puntualmente esta nota me hizo estallar los cojones con los cartelitos de "No a los cumbieros en el Colón" y otros menos correctos. Estos exabruptos parecían ser a raíz de la noticia de un espectáculo presentando a las voces femeninas más populares de nuestro país en el Teatro Colón. Me entero, nuevamente, por carteles racistas y pelotudos. Indagando un poco más, me encuentro con la siguiente nota de un señor defensor del buen arte, que no pienso pegar para no darle prensa, pero que quiero citar:

"Se trata de un mega recital que intenta reunir a las cantantes más populares de nuestro país, la noticia continua… “Nacha Guevara, Elena Roger, Valeria Lynch, La Sole, Patricia Sosa, Serra Lima, Fabiana Cantilo, Lucía Galán, Marcela Morelo y Karina interpretarán sus canciones más conocidas (…). Tras una intensa votación organizada por la Legislatura porteña, se seleccionó a las diez cantantes más populares de la Argentina”.
Yo también compartí la idea de lo desubicado que queda esa cartelera en un espacio como el Teatro Colón. Afortunadamente, soy de esas personas que aún puede tener un juicio racional de las cosas. Lo ideal sería encontrar el espacio para esta idea, como siempre ha sabido el Gobierno de la Ciudad mover influencias para acercar la cultura. El por qué de esta invasión cultural en un espacio tradicional como lo es el Colón es un debate profundo y que debe hacerse con cuidado. No hay nada en contra de la propuesta de mi parte, pero si sacamos todo de contexto y no entendemos que hay cosas que no van, cualquiera puede salir a repudiar sin herramientas. Precisamente, mucha gente sabe esgrimir argumentos para poder ocultar sus intereses personales detrás del discurso con el que nos quiere convencer. Lo han hecho durante siglos los políticos, religiosos, periodistas y seductores, y demuestran una impresionante habilidad para juntar mentiras, hacerlas sonar convincentes y lograr el apoyo masivo de gente que no sabe discernir. Aristóteles juntó esas técnicas y las llamó "Retórica", casualmente. Déjenme decirles que hay un punto débil para la persona equilibrada y justa, y es que no pueden ocultar sus prejuicios ni en la más refinada y moderada opinión:

"Ante todo debemos entender que no “todo lo que el hombre hace es cultura”, máxima expresión que utilizan habitualmente líderes populares para ocultar sus propias limitaciones de conocimiento del arte que representan".
Pegué hasta el mismo formato de texto, para que quede bien clarito...

¿Así que esta persona dice que "no todo lo que el hombre hace es cultura”? No sólo es atropológicamente incorrecto, sino que además es discriminatorio y elitista. No hace falta recordarle que estamos en el S.XXI,y que existen algo llamado "Derechos Humanos", que nos permiten a todas las personas expresarnos libremente. Ojo, yo también más de una vez renegué con tipos que defienden la música popular por su sencillez, o su lírica, puntualmente, su tradición y sabiduría. El tiempo me está dando la sensibilidad y la madurez para sucumbir ante ella y disfrutarla, enrriquecerme, ganar en mi bagage cultural, contrariamente a quedarme en la idea de que han de ser todos virtuosos a la John Petrucci (a quien escucho, admiro y banco siempre) o al estilo Yngwie Malmsteen (a quien escucho...). Bajo este punto de vista, ¿Quién está limitado en cuanto a conocimiento del arte?

Hay un marco legal que bien cita el artículo que se debe respetar. A saber:

Existe una tradición que se debe respetar y por sobre todo una ley que cumplir. El 11 de septiembre de 2008 la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sancionó la Ley 2855 creando el “Ente Autárquico Teatro Colón” con personería jurídica propia, autonomía funcional y autarquía financiera. Se trata de un organismo público que tiene la misión de crear, formar, representar, promover y divulgar el arte lírico, coreográfico, musical (sinfónico y de cámara) y experimental, en su expresión de excelencia de acuerdo a su tradición histórica, en el marco de las políticas culturales de la ciudad. Además la ley sentencia que el Ente Autárquico tiene a su cargo las funciones de asistir al Poder Ejecutivo en el diseño, ejecución y supervisión de las políticas culturales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en materia de su competencia. Facilitar al conjunto de los habitantes de la ciudad el acceso a las actividades artístico-culturales que desarrolla y fomentar acciones en torno a la formación de nuevos públicos. Hoy parece ser que la legislatura que votó la Ley 2855 para preservar entre otras cosas la tradición histórica del Teatro Colón también lo hizo a favor de presentar “nuevos espectáculos” que no se enmarcan en las costumbres del coliseo argentino.

Yo como alumno del Manuel de Falla y aficionado a la música clásica comprendo esto. Conozco artistas autogestionados que ni el Colón los cobija, ¡Eso es bancar el arte! Mas es indefendible ese dejo de superioridad que es lo que aleja a las masas del arte. Yo escuché artistas como Pappo toda mi juventud, y me banqué que muchos adultos revolearan el dedito en mi cara pretendiendo decirme qué es música y qué no lo es. Yo tuve dos dedos de frente para incursionar más en la música en su manera acabada, sin prejuicios negativos ni solemnidad mediocre, a diferencia de ciertos viejos vinagres defensores del "buen gusto". Y yo que pensaba que los dinosaurios ya habían desaparecido...Acaban de confirmarme que no.

Yo que estas personas tan instruidas y cultas me dedicaría a escribir qué instituciones y qué entes privados (empresarios de la música) están haciendo esta movida extraña. No está mal que se abra un espacio del calibre del Colón a la música popular (no "populachera", como dice el superadito que escribió esa página). Hay muchos billetes en hacer cantarlas. ¿Por qué no fueron a proponérselo al Gran Rex, al Luna, o a todos esos Teatros de alto contenido de la calle Corrientes? Cuando hablen de mantener un espacio cultural, y no sean más que ignorantes que abuchean la cultura, hablamos.

¡Me quedó algo en el tintero!

Es una noche que reúne a las voces femeninas más populares. Obvio que los medios ponen a Karina al frente para que los indignados defensores del buen gusto le hagan publicidad gratuita al evento. Yo pienso que si no te cabe la cumbia, lo mejor es no darle prensa. Hay mucho talento en esa gala, no da regalarle los reflectores a lo que presuntamente no es digno. Ahora bien, ¿Por qué salir a darle prensa? ¿Por qué destacar esa presencia? ¿No será que son cercanos a la dirección del Colón que hacen esto y están disfrazando el dichoso espectáculo fuera de lugar con una nota de presunta indignación? ¿Hasta qué punto se les puedo creer? ¿Es comparable la nota a la de las revistas de espectáculos "populacheras" y el rol que tienen en hacer correr los chismes y facturar por ello?

Más lo pienso, más asco me da...

Prefiero pensar en lo buena que está Karina, pues más allá de mis necesidades, al fin y al cabo, ¡Es el lomo lo que la vende! (Quizás...)



lunes, 28 de enero de 2013

Yo, violador


¿Querían pruebas de que el trabajo es enajenante? Desde que estoy trabajando, mi producción escrita se ha ido por el drenaje, practicamente...Vamos a lo que nos compete, ahora.

                                           *                   *                   *

   No pienso dar nombres, más porque me cayó re bien cuando lo conocí.

   Charla de hombres, las cosas que se charlan siempre. Llegamos al punto de hablar de mujeres: la lucha por conquistarlas, su sintomatología psíquica, todas las pavadas que se hablan en torno a ello. Terminada la reunión, surgió un planteo más o menos así, seguro, nunca se lo preguntaron:

- "Si a vos te confirman que vas a morir mañana, ¿Qué hacés?". A lo cual, tras mi sencilla explicación de que yo soy feliz con pequeñas cosas y alcanzando metas a corto plazo, y que la vida para mí pasa más allá de la joda y el escabio (sin desatender esas cosas), él respondió...

- "Yo me volvería un violador".

   Interesante...Esta pregunta es como liberadora del deseo, la necesidad o la meta más urgente de ser alcanzada. Muchos se levantan todos los días y se acuestan pensando cuándo se van a recibir en la carrera ensoñada. Otros, menos escrupulosos, que tienen que ahorrar para comprar tal o cual cosa. Ante esta pregunta, los primeros hubiesen respondido visitar algún lugar recóndito del mundo, otros, ver a tal o cual artista en vivo, o quizás visitar a un pariente o amigo antes de partir. Este espécimen de tipo pareciera que basa su felicidad en el acto sexual, al punto tal de reducir su experiencia de vida a ello.

   No vamos a analizar la frase del tipo. Alguien que cursó y aprobó el segundo año de secundaria sabe (o debería saber, maldito seas polimodal) lo básico en materia de educación sexual, y de la gravedad de violar a una persona. Cómo se van a dar cuenta, si la música popúlar hasta hoy reivindica la degradación de la mujer, la violencia sexual y de todo tipo, y las prácticas carcelarias. Dense cuenta hasta el punto que, para demostrar su gran hombría, amenazan a un tipo de "romperle el culo". Que hombre que sos, estás fifando con otro tipo. Perdón, me fui de boca, en otra nota hablaremos de homofobia y de raperos pelotudos.

   Esto no es nuevo. Hace cuánto existe este ideal pedorro de vivir el hoy. No se trata de "Carpe diem", una enseñanza que invita al individuo a gozar en profundidad el éxtasis de la experiencia mundana más sencilla. Por el contrario. Esto va más bien por el lado del "Just Do It" de la posmo abaratada, de la necesidad inmediata y estúpida, del hedonismo más berreta. No quiero extenderme en esto, tampoco me gusta ponerme en lugar de viejo choto en su cruzada contra el placer. Mejor, dediquémonos a hablar de lo pobre que es el que opta por "ser violador".

   Ya lo dijo el negro Dolina, persona a quien robo, digo, debo varias de mis ocurrencias. Decía más o menos que, siendo uno más inteligente, goza de más y de mejores placeres. Al escuchar esa idea, inmediatamente, asocié "placer" a lo que se capitaliza en el imaginario como tal: sexo. Ergo, el sexo por el sexo, el coito en su expresión lisa y llana, es la forma de placer más pobre, básica y fácil de pasar el tiempo. Ya lo dijo aquel chiste popular de "yerba no hay"...Fíjense cuánta gente a su alrededor hace alarde de gozar de una sexualidad plena, poniéndola en primera plana en lo que respecta a su vida social; fíjense luego en la gente que habla de los libros que lee, de los lugares que visitó o de las actividades que emprende; ahora comparen su nivel de instrucción, inteligencia, o como le quieran decir. La estupidez social nos hace pensar que éstos últimos no gozan sexualmente, pero la realidad es que esto es más bien una pirámide: obvio que cogen, y además de ello, leen, se instruyen, se informan; gozan más de más cosas, y dada la sensibilidad e inteligencia que los caracterizan, ¡Es casi seguro que gozan más sexualmente y garchan mejor que cualquier boludito parado en la esquina! Hagan la prueba. No se lo digan a las botineras, porque al toque los futbolistas no se reproducirían más, lo cual llevaría a un incremento demográfico de la inteligencia y...¡Oh! Tema para otra nota...

   Hay una contradicción dificil de tapar en este desbocado (el corrector ortográfico sugirió "descocado", lo cual va como piña sintáctica y semánticamente) deseo sexual: ese sujeto hace una hora daba cátedra de cómo había de conquistar a una mujer, y como todo típico macho argentino ignorante, hablaba de las muchas aventuras románticas que tuvo. Una persona con una sexualidad sana no tiene la necesidad de arruinarle la vida a una muchacha porque tiene un problema para consumar el coito. Más allá de eso, una persona que tiene una vida sexual plena no tiene que hacer uso de la violencia para tener relaciones sexuales. Acá es donde el lector sospecha de mi exageración. La violación ocurre más de lo que pensamos, no es producto de la prensa sensacionalista, ni es algo nuevo. La violencia sexual siempre fue normal. Si la mujer es un objeto y de repente no me da bola, ¡Hay que educarla!

   Sí. Estos tipos son, en su mayoría, lo que las hijas y las hermanas de entre 12 y 25 años eligen para salir a tomar algo. Mejor dicho, la mayoría de este muestreo de mujeres los prefiere. Sea porque el instinto animal sigue siendo fuerte y no ven más allá de la apariencia, o porque medios como revistas para mujeres y novelas costumbristas de barrio muestran al macho como el que todas se quieren voltear, haciendo un modelo de tipo con el cual juntarse. Mas admito que acá sí estoy exagerando, un mal ejemplo no se cura mediante un estereotipo negativo. Eso es algo un poco fascista para mi gusto. Les dejo a los hermanos mayores y padres conservadores la tarea de perseguir y castrar a estos atorrantes. Quién mejor para cazarlos que aquellos que, en otra época, eran la misma mersa. Más allá de cuidar el rancho, en realidad, es porque el macho argento siente que se lo cogen a él cuando se fifan a...¡Volvé, Rey, volvé! Ya me puse muy chabacano...

   Volviendo a la violencia de género, salieron cosas interesantes además de tácticas infalibles y jamás contadas. Se habló sobre el lugar de la mujer en la sociedad en relación a la de seducción. Según explicaba el Profesor Bufarra, en resumidas cuentas, ahora es más dificil levantarse una mina dadas las libertades y derechos de los cuales goza (en teoría). Tiró ese típico "me parece bien que...pero la verdad...", típico de marmota doble-discurso ignorante y vergafloja. Saben qué, ¡En eso tiene razón! Es obvio que antes bastaba con vestirse de camisa, perfumarse y tener buenas yantas, poner caripela de buen tipo y salir con chamullos de jardín de infantes onda "yo no soy como los demás", "me parece que nos conocemos" y "te hablo porque te quiero conocer, me parecés re linda y no sabía cómo"...bla bla bla. Desde que la mujer tiene a su cargo su propia manutención, maneja otro nivel de necesidades. Hasta hoy está la típica mujer materialmente dependiente que usa sus encantos para obtener pareja (acá no se usa la palabra con "P", porque no tiene nada que ver), no lo neguemos, pero están en extinción. La mujer que tiene un buen laburo, un título universitario, un lindo depto y hace su vida, no se va a fijar en el guachito piola. Va a buscar alguien que sea compañero, si lo necesita, claro.

   Vamos a ilustrarlo en paralelo a la escena de "Tiempo de valientes" ("hoy todas las mujeres engañan a sus maridos"). Los hombres tenían el lugar dominante porque las mujeres eran reprimidas y no elegían con quien casarse, sea por arreglo entre familias reales antes de la revolución de 1789, o por necesidad de manutención, como en la revolución industrial. De allí que necesitasen buscar a "ese vago atorrante" que atienda a sus necesidades venéreas. Hoy ninguna mujer tiene que depender de nadie, y las mujeres se enganchan con el tipo que quieren, ¡Así que hoy vos sos un pelotudo más!

   Supongo que por eso "son todas putas", y de allí la necesidad de volverse violador...

   Tipos como este sólo enmarcan que los tipos como quien les escribe y como ustedes, lectores, estamos atravesando una época dorada para nuestra reproducción, una temporada de apareamiento que nunca terminará, una primavera eterna. ¡A disfrutarla!






martes, 1 de enero de 2013

MMXIII



Por recomendación de una vieja amiga, y dada la gran cantidad de llamados que puede haber en una oficina un primero de Enero, hoy me dispuse a (terminar de) leer un libro. "Demián" de Hernan Hesse relata la juventud de un muchacho (Sinclair) crecido en el seno de una familia acaudalada y sobreprotectora. Pido perdón a los estudiosos de letras por este resumen brutal.

En su vida, Demián y otros personajes se convierten en factores de transformación, oscila entre dos mundos que él delinea, en resumidas cuentas, un "mundo bueno" y un "mundo malo". Para por varias etapas de maduración, introspección e intercambios filosóficos tan sólo para descubrir más tarde que en la vida uno no predica el bien o el mal, sino que se encuentra en una extraña mezcla o equilibrio entre ambos. Lo que cobra importancia, más allá de esa elección, es la libertad y los cojones de tomar el destino en manos de cada uno, y ser un factor de cambio. Llevar las riendas de la vida de cada quien.

Un símbolo característico que marcaría a Sinclair es el dibujo de un pájaro en la entrada de su casa. Más tarde descubriría que es un pájaro volando fuera del cascarón. Esta alegoría pretende decirnos que todos tenemos la capacidad de romper las barreras de lo que nos ponen frente a los ojos como "realidad" e ir más allá.

Palabras más, palabras menos, eso es lo que me llevo del libro. Hoy leí estos fragmentos con pasión, y es un resumen del rumbo que he de tomar, y una invitación a que cada quién pueda entenderlo y llevarlo a cabo. Dos fragmentos hablan sobre la sociedad y despegar de la masa, para alcanzar un estadio superior, pues sólo así el hombre es dueño de su destino, sólo así escribe la historia...

Sobre los dos restantes, no se trata de otra cosa más que del combustible del alma para alcanzar los deseos...y amor...

                                                    *            *            *


Sin darnos cuenta nos encontramos en medio de un diálogo extraño y lleno de presagios. Siguiendo la conversación de Demian con el japonés, hablamos de la vida estudiantil; y de este tema pasamos a otro que parecía muy lejano. Sin embargo, en las palabras de Demian se fundían ambos íntimamente.

Habló del espíritu de Europa y del signo de nuestra época. Por todas partes -dijo- se extienden el grupo y la manada, por ningún lado la libertad y el amor. El espíritu de corporación, desde las asociaciones estudiantiles y los coros hasta las naciones, no es más que un producto de la necesidad. Es una solidaridad por miedo, temor y falta de imaginación; en su fondo está carcomida y vieja, a punto de desintegrarse.

-La solidaridad -dijo Demian- es algo hermoso. Pero lo que vemos florecer por ahí no es solidaridad. Volverá a renacer del conocimiento del individuo por los individuos y durante algún tiempo transformará el mundo. La que hoy existe no es más que espíritu gregario. Los hombres se unen porque tienen miedo los unos de los otros; los señores se asocian, los trabajadores se asocian, los sabios se asocian. ¿Y por qué tienen miedo? Sólo se tiene miedo cuando se está en disensión consigo mismo. Tienen miedo porque nunca se han reconocido a sí mismos. ¡Una sociedad de hombres que tienen miedo de lo desconocido que anida en ellos! Todos se percatan de que sus leyes de vida no funcionan ya, de que viven según los viejos códigos y que ni su religión ni su moral corresponden a lo que necesitamos. Durante cien años y más, Europa no ha hecho más que estudiar y construir fábricas. Todos saben con exactitud cuántos gramos de pólvora se necesitan para matar a un hombre; pero no saben cómo se reza a Dios, no saben siquiera cómo se pasa un rato divertido. ¡Mira las tabernas de los estudiantes! O un lugar de diversión donde se reúne gente rica. ¡Desesperante! Querido Sinclair, de esto no puede salir nada alegre. Los hombres que se apiñan acobardados están llenos de miedo y de maldad; ninguno se fía del otro. Son fieles a unos ideales que han dejado de serlo y apedrean a todo el que crea otros nuevos. Presiento graves conflictos. Vendrán, créeme, vendrán pronto. Naturalmente, no «mejorarán» el mundo. Que los obreros maten a los empresarios, o que Rusia y Alemania disparen una sobre otra, nada altera la situación; sólo cambian los dueños. Pero no será completamente en vano. Hará patente la miseria de los ideales actuales; se saldarán las cuentas con los dioses de la Edad de Piedra. Este mundo, tal como es ahora, quiere morir, quiere sucumbir y lo conseguirá.

-¿Y nosotros? -pregunté.

-¿Nosotros? ¡Oh!, quizá sucumbamos con él. También nos pueden matar. Sólo que con eso no acabarán con nosotros. En torno a lo que quede de nosotros, o en torno a los que sobrevivan entre nosotros, se agrupará la voluntad del futuro. Y se mostrará la voluntad de la humanidad, que nuestra Europa ahogó con su feria de técnica y ciencia. Entonces se demostrará que la voluntad de la humanidad no se identifica nunca, en ningún lado, con las sociedades actuales, los Estados, las naciones, las asociaciones y las Iglesias. Porque lo que la naturaleza quiere hacer del hombre, está escrito en cada individuo, en ti y en mí. Estaba escrito en Jesucristo y está escrito en Nietzsche. Cuando las sociedades actuales se derrumben, habrá sitio para estas corrientes, las únicas importantes, que naturalmente pueden variar cada día.

                                                    *            *            *

Presentíamos, claramente expresado o no, que se aproximaba ya una nueva aurora y un derrumbamiento de lo presente. Demian me decía a veces:

-Lo que se avecina es inimaginable. El alma de Europa es un animal que ha estado atado demasiado tiempo. Cuando esté libre, sus primeros movimientos no serán los más amables. Pero los caminos y los rodeos carecen de importancia con tal de que salga a la luz del día la verdadera miseria del alma que ha sido negada y ha estado adormecida durante tanto y tanto tiempo. Ese será nuestro momento; entonces nos necesitarán no como guías o nuevos legisladores -porque nosotros no viviremos las nuevas leyes- sino como seres dispuestos a seguir y a acudir donde el destino nos reclame. Mira, todos los hombres son capaces de hacer lo increíble cuando están amenazados sus ideales. Pero ninguno está dispuesto cuando se presenta un nuevo ideal, un nuevo movimiento de expansión quizá peligroso y misterios. Los pocos que estaremos preparados seremos nosotros. Por eso estamos marcados, como estaba marcado Cain, para despertar miedo y odio y sacar a la humanidad de su idílica estrechez hacia lejanías de peligro. Todos los hombres que han influido en el curso de la humanidad fueron, sin excepción, capaces y eficaces porque estaban dispuestos a aceptar el destino. Lo mismo Moisés que Buda, Napoleón o Bismarck. Nadie puede elegir la corriente a la que sirve ni el centro desde el que es gobernado. Si Bismarck hubiera comprendido a los socialdemócratas y se hubiera amoldado a ellos, hubiese sido un hombre sabio, pero no un hombre del destino. Así pasó con Napoleón, César, Loyola, ¡con todos! Hay que imaginarse todo esto desde un punto de vista ideológico e histórico. Cuando las transformaciones de la corteza terrestre arrojaron a los animales acuáticos a la tierra y a los animales terrestres a las aguas, fueron los ejemplares preparados a aceptar el destino los que pudieron amoldarse a lo nuevo e inesperado y salvar así su especie. No sabemos si tales ejemplares eran los que antes habían destacado como conservadores o, por el contrario, como originales y revolucionarios. Estaban preparados y por eso salvaron su especie para nuevas evoluciones. Eso es lo que sabemos. Por eso queremos estar preparados.

                                                    *            *            *


De vez en cuando me sentía inquieto y los deseos me atormentaban. Creía no poder resistir verla junto a mí sin estrecharla entre mis brazos. También esto lo notaba en seguida. Una vez estuve varios días sin aparecer; por fin volví confuso y ella me condujo a un lado y me dijo:

-No debe usted entregarse a deseos en los que no cree. Sé lo que desea. Pero tiene que saber renunciar a esos deseos o desearlos de verdad. Cuando llegue a pedir con la plena seguridad de que su deseo va a ser cumplido, éste será satisfecho. Sin embargo, usted desea y al mismo tiempo se arrepiente de ello con miedo. Hay que superar eso. Voy a contarle una historia.

Y me contó la historia de un muchacho enamorado de una estrella. Adoraba a su estrella junto al mar, tendía sus brazos hacia ella, soñaba con ella y le dirigía todos sus pensamientos. Pero sabía, o creía saber, que una estrella no puede ser abrazada por un ser humano. Creía que su destino era amar a una estrella sin esperanza; y sobre esta idea construyó todo un poema vital de renuncia y de sufrimiento silencioso y fiel que habría de purificarle y perfeccionarle. Todos sus sueños se concentraban en la estrella. Una noche estaba de nuevo junto al mar, sobre un acantilado, contemplando la estrella y ardiendo de amor hacia ella. En el momento de mayor pasión dio unos pasos hacia adelante y 5& lanzó al vacío, a su encuentro. Pero en el instante de tirarse pensó que era imposible y cayó a la playa destrozado. No había sabido amar. Si en el momento de lanzarse hubiera tenido la fuerza de creer firmemente en la realización de su amor, hubiese volado hacia arriba a reunirse con su estrella.

-El amor no debe pedir -dijo-, ni tampoco exigir. Ha de tener la fuerza de encontrar en sí mismo la certeza. En ese momento ya no se siente atraído, sino que atrae él mismo. Sinclair: su amor se siente atraído por mí. El día que me atraiga a sí, acudiré. No quiero hacer regalos. Quiero ser ganada. Un tiempo después me contó otra historia. Se trataba de un enamorado que amaba sin esperanza. Se refugió por completo en su corazón y creyó que se abrasaba de amor. El mundo a su alrededor desapareció; ya no veía el azul del cielo ni el bosque verde; el arroyo ya no murmuraba, su arpa no sonaba; todo se había hundido, quedando él pobre y desdichado. Su amor, sin embargo, crecía; y prefirió morir y perecer a renunciar a la hermosa mujer que amaba. Entonces se dio cuenta de que su amor había quemado todo lo demás, de que tomaba fuerza y empezaba a ejercer su poderosa atracción sobre la hermosa mujer, que tuvo que acudir a su lado. Cuando estuvo ante él, que la esperaba con los brazos abiertos, vio que estaba transformada por completo; y, sobrecogido, sintió y vio que había atraído hacia sí a todo el mundo perdido. Ella se acercó y se entregó a él: el cielo, el bosque, el arroyo, todo le salió al encuentro con nuevos colores frescos y maravillosos; ahora le pertenecía, hablaba su lenguaje. Y en vez de haber ganado solamente una mujer, tenía el mundo entero entre sus brazos y cada estrella del firmamento ardía en él y refulgía gozosamente en su alma. Había amado y, a través del amor, se había encontrado a sí mismo. La mayoría ama para perderse.

                                                    *            *            *

Mi amor hacia Frau Eva era el único sentido de mi vida. Pero ella cambiaba cada día. A veces creía sentir con seguridad que no era su persona por la que se sentía atraída mi  alma, sino que ella era un símbolo de mi propio interior que me conducía más y más hacia mí mismo. A menudo oía palabras de ella que me parecían respuestas de mi subconsciente a preguntas acuciantes que me atormentaban. Había momentos en los que me devoraba el deseo y besaba los objetos que habían tocado sus manos. Y lentamente fueron superponiéndose el amor sensual y el amor espiritual, la realidad y el símbolo. Podía suceder que en mi habitación pensara en ella con tranquila intensidad y sintiera su mano en mi mano y sus labios en los míos. Otras veces estaba con ella, miraba su rostro, le hablaba, escuchaba su voz y no sabía si era realidad o sueño.

Comencé a intuir de qué modo se puede poseer un amor eternamente. A veces, leyendo un libro, descubría una nueva idea; era como un beso de Frau Eva. Me acariciaba el pelo y me dedicaba una sonrisa cálida y perfumada, y yo tenía la misma sensación de haber dado en mí un paso adelante. Todo lo que me era importante y definitivo, adquiría su figura. Ella podía transformarse en cada uno de mis pensamientos, y cada uno de mis pensamientos en ella.

                                                    *            *            *

Así es, leés esto y salís hecho un superhombre Nietzcheliano. Mejor dicho, es sólo un comienzo, o como en mi caso, un pasito más de un eterno camino. Bueno pues, es hora de que me pare frente al acantilado y salte hacia las estrellas. Todo año es una oportunidad más de abrazar el firmamento, o cuanto menos, arañar de a poquito hasta llegar a algún lado. Queda solamente decir que este es sólo uno de tantos retazos de sabiduría que espero seguir encontrando. Les deseo a todos en este nuevo año...¡Que digo para el año! Como dice Manuel Mandeb:

"Le agradezco y retribuyo los deseos navideños, con protestas de afecto y reembolso de esperanzas: comparto su manera de deseas, por lo menos, una "feliz década" cuando en la economía anímica de los más, el miserable uso es desear para el otro "un feliz año". ¿Y después?: que un mal rayo te parta".

¡JUA, JUA!...ehm, es decir: ¡Contundente!

Mis mejores deseos para una vida próxima de renacer a efectos del final de esta lectura.

¡Hasta la próxima, che!

sábado, 22 de diciembre de 2012

¡PUM!


Las razones por las cuales uno sufre por "AMOR" se desprenden de una contradicción humana: es porque el ser humano, llegada una edad, es maduro para coger, pero no para convivir, ni para pensar, en general, no es maduro para (sobre)vivir y relacionarse de manera sana, en el contexto de una sociedad capitalista y (post)moderna.

Por eso, la gente se arma con preconceptos del orto, y pone etiquetas: quién es puta y quién no, quién es poronga y quién no. Sin saberlo, eligen pareja viendo quién es más apto para la reproducción, y algun@s, aún concientes de ello, lo ponen en práctica, busquen una relación o no. Basan su existencia en quién es virgen, en quién se la come, en quién la tiene más grande. Inescrupulos@s, basan su accionar y emiten juicios de valor, basándose en pelotudeces estilo: con cuántos se acostó este, cuántos novios tuvo aquella...etc. Todas las charlas más banales encierran valores universales, que asumimos como naturales, y en realidad, es todo un aparato cultural. Todo es una construcción humana. Yo no veo que los bichos de Animal Planet se peleen porque se culearon, tuvieron hijos y ahora no se quieren.

Ergo, el problema es cultural, y la batalla se define entre las necesidades espirituales del hombre y el ímpetu más superficial, efímero y vacío de contenido de ponerla (para lo cual, se dejan afuera las necesidades materiales, a fines de no complicarla, simplemente). Mejor dicho, para no hablar de batallas ni de violencia, el punto escencial es que cada persona transite un camino introspectivo para saber en qué punto de maduración se encuentra, y mire a su alrededor para saber con quién se quiere relacionar.

¿Es acaso tan dificil? ¡Pues sí! Pero vale la pena intentarlo.














NOTA: Este ensayo fue un flash de una charla con una amiga, y no pretende ser más que esta breve acumulación de ideas. Prefiero dejar el espacio para que la reflexión y crítica la haga el lector. Esto es un material pobre, muy elemental, muy básico de lo que quisiera construir, pero es una punta de una nueva de ver qué es esto que me parece que es el amor. Estaría bueno ver qué venía pensando, que cada quien lo revise. Pero esto tenía que ser hecho en frío y lo más bruscamente. De allí el título.